Continuando con el hilo, la verdad es que la duración del período de gobierno es uno de los tantos acuerdos que una sociedad refrenda a través de la Constitución respectiva, quiero decir, es completamente arbitrario y depende del criterio de suficiencia que maneje ese colectivo. En México son 6 anos, lo mismo que Venezuela y Chile; Argentina y Colombia acuden a elecciones presidenciales cada 4; y 5 en Bolivia, Paraguay y Peru. En general no hay una norma definitiva, de modo que es justo preguntarse: por cuánto tiempo es saludable la permanencia en el poder de un sólo hombre?. La respuesta es tan obvia, que no pocas veces pasa desapercibida: depende del poder que maneje el presidente y el grado de responsabilidad penal que la propia Constitución establezca para sus funcionarios (quiere decir, qué tanto poder le damos y de qué lo hacemos responsable).
En paises como Bolivia y Peru, se exige a los funcionarios públicos la rendición de cuentas de bienes patrimoniales antes de asumir el cargo. Algo parecido ocurre en Paraguay, que incluso extiende la obligación de rendir cuentas "a quienes reciban remunaraciones permanentes del Estado", antes y después de ejercer el cargo. En Ecuador, un articulo realmente conmovedor senala que no "habrá dignatario, autoridad, funcionario ni servidor público exento de responsabilidades por los actos realizados en el ejercicio de sus funciones" (esperemos que este articulo no lo enmienden un dia de estos). En Venezuela, el ejercicio del poder público supone -literalmente supone, es decir, SE SUPONE- responsabilidad individual "por abuso o desviación de poder"..(pero no se establecen claramente los mecanismos para activar una denuncia). Desde luego, cada texto constitucional establece con más o menos claridad ciertas atribuciones.
El punto es este: si las funciones de un presidente estuvieran perfectamente acotadas y sus competencias no fueran tantas, si existieran mecanismos ciudadanos de control (y no hablo, aunque debería, de los poderes institucionales) para la gestión del gobernante, mecanismos efectivos y no retóricos, accesibles a la totalidad de los gobernados, si se evidenciara un contrapeso efectivo de poderes, si existiera descentralización, delegación de tareas, repartición del poder en cuotas cada vez más accesibles a los ciudadanos...bien, si en este contexto es capaz de llevar adelante una buena gestión, yo apoyaría su reelección cuantas veces pudiera antes de que se lo lleve la parca, a él o a mi. Por que no? Estamos hablando de una democracia madura, no exenta de problemas, pero se me antoja que mucho más dialógica que impositiva, con unos ciudadanos reflexivos, politicamente maduros y emotivamente controlados en función del bienestar colectivo.
Pero, si el presidente incumple sus funciones, las hace mal, se inventa otras, comienza a hacer lo que le corresponde a otros, se apodera de las instituciones y las convierte en una sucursal de su propio partido político, no trabaja en función de proyectos sino de ocurrencias, improvisa constantemente, se muestra reiterada -enfermizamente- violento y obsesivo, comienza a perder las buenas ideas, se pelea con todos los sectores del pais (incluyendo el productivo), estimula en la sociedad lo que está llamado a combatir -violencia, sectarismo, intolerancia, confrontación-, controla buena parte del aparato mediático y ejerce en suma, un poder desmedido (pudiendo, como efectivamente ha hecho, gobernar por decreto)..yo no podria estar de acuerdo jamás en que un gobernante asi se postule ad náuseam para un cargo en donde yo quizá necesite un tipo más comedido y menos histórico. Es demasiada responsabilidad. Yo no podria, haciendo uso de mi pequena cuota de responsabilidad ciudadana, delegar en sus manos la tarea de conducir el pais, luego de esta ya larga experiencia de diez anos (y los que faltan).
Temo que no existe en Venezuela ningún mecanismo ciudadano para poner freno a esta locura. Todas las instituciones son rojas, rojitas -y eso se celebra como una ocurrencia simpática-. Y ahora, quién podra defendernos? Nuestros votos? Creo que al enfurecido presidente no le caerá en gracia un sólo voto en contra. Comenzarán a trampearnos las elecciones. Se obligará a cada funcionario público, como ya ha pasado, a concurrir indignamente a votar incluso en contra de su voluntad, so pena de perder el trabajo -lo se, esto lo conozco, esto lo vi y no lo lei...me parece cuando menos repugnante que un funcionario que gana cinco o seis veces mas que una secretaria del cuarto piso, la obligue a apoyar marchas y gritar consignas a favor de un gobierno que no vacilaría en cesarla y dejarla sin el humilde trabajo que le da de comer, a si misma y a su familia-. Comenzarán, como ya está pasando, a repartirnos "gas del bueno". Las armas que le dimos para defendernos, están ahora en manos de grupos fanatizados que sólo esperan el momento para caernos a plomo, a cuenta de proteger sus "derechos". Temo que no hay transición pacífica posible y sin ser brujo, veo un desenlace triste y sangriento en todo esto..porque adónde, si no, conduce toda esta arenga guerrerista y belicosa que por diez anos nos ha metido de cabeza en una guerra fraterna, en nombre de..? Hay demasiada impunidad, corrupcion, sinverguenzura, intereses mezclados..pero lo que se llama revolución..
Quién pondrá, pues, los próximos muertos -tristemente, no los primeros-; de quién será la sangre? Serán los hijos y familiares de los que ahora nos gobiernan? Serán ellos, ministros y jefes de la revolución, marchando desprendidamente al frente, hombro con hombro con el pueblo? Es que de verdad vale la pena esta locura? Tanto como para permitirte morir, o ver morir a los tuyos?
En paises como Bolivia y Peru, se exige a los funcionarios públicos la rendición de cuentas de bienes patrimoniales antes de asumir el cargo. Algo parecido ocurre en Paraguay, que incluso extiende la obligación de rendir cuentas "a quienes reciban remunaraciones permanentes del Estado", antes y después de ejercer el cargo. En Ecuador, un articulo realmente conmovedor senala que no "habrá dignatario, autoridad, funcionario ni servidor público exento de responsabilidades por los actos realizados en el ejercicio de sus funciones" (esperemos que este articulo no lo enmienden un dia de estos). En Venezuela, el ejercicio del poder público supone -literalmente supone, es decir, SE SUPONE- responsabilidad individual "por abuso o desviación de poder"..(pero no se establecen claramente los mecanismos para activar una denuncia). Desde luego, cada texto constitucional establece con más o menos claridad ciertas atribuciones.
El punto es este: si las funciones de un presidente estuvieran perfectamente acotadas y sus competencias no fueran tantas, si existieran mecanismos ciudadanos de control (y no hablo, aunque debería, de los poderes institucionales) para la gestión del gobernante, mecanismos efectivos y no retóricos, accesibles a la totalidad de los gobernados, si se evidenciara un contrapeso efectivo de poderes, si existiera descentralización, delegación de tareas, repartición del poder en cuotas cada vez más accesibles a los ciudadanos...bien, si en este contexto es capaz de llevar adelante una buena gestión, yo apoyaría su reelección cuantas veces pudiera antes de que se lo lleve la parca, a él o a mi. Por que no? Estamos hablando de una democracia madura, no exenta de problemas, pero se me antoja que mucho más dialógica que impositiva, con unos ciudadanos reflexivos, politicamente maduros y emotivamente controlados en función del bienestar colectivo.
Pero, si el presidente incumple sus funciones, las hace mal, se inventa otras, comienza a hacer lo que le corresponde a otros, se apodera de las instituciones y las convierte en una sucursal de su propio partido político, no trabaja en función de proyectos sino de ocurrencias, improvisa constantemente, se muestra reiterada -enfermizamente- violento y obsesivo, comienza a perder las buenas ideas, se pelea con todos los sectores del pais (incluyendo el productivo), estimula en la sociedad lo que está llamado a combatir -violencia, sectarismo, intolerancia, confrontación-, controla buena parte del aparato mediático y ejerce en suma, un poder desmedido (pudiendo, como efectivamente ha hecho, gobernar por decreto)..yo no podria estar de acuerdo jamás en que un gobernante asi se postule ad náuseam para un cargo en donde yo quizá necesite un tipo más comedido y menos histórico. Es demasiada responsabilidad. Yo no podria, haciendo uso de mi pequena cuota de responsabilidad ciudadana, delegar en sus manos la tarea de conducir el pais, luego de esta ya larga experiencia de diez anos (y los que faltan).
Temo que no existe en Venezuela ningún mecanismo ciudadano para poner freno a esta locura. Todas las instituciones son rojas, rojitas -y eso se celebra como una ocurrencia simpática-. Y ahora, quién podra defendernos? Nuestros votos? Creo que al enfurecido presidente no le caerá en gracia un sólo voto en contra. Comenzarán a trampearnos las elecciones. Se obligará a cada funcionario público, como ya ha pasado, a concurrir indignamente a votar incluso en contra de su voluntad, so pena de perder el trabajo -lo se, esto lo conozco, esto lo vi y no lo lei...me parece cuando menos repugnante que un funcionario que gana cinco o seis veces mas que una secretaria del cuarto piso, la obligue a apoyar marchas y gritar consignas a favor de un gobierno que no vacilaría en cesarla y dejarla sin el humilde trabajo que le da de comer, a si misma y a su familia-. Comenzarán, como ya está pasando, a repartirnos "gas del bueno". Las armas que le dimos para defendernos, están ahora en manos de grupos fanatizados que sólo esperan el momento para caernos a plomo, a cuenta de proteger sus "derechos". Temo que no hay transición pacífica posible y sin ser brujo, veo un desenlace triste y sangriento en todo esto..porque adónde, si no, conduce toda esta arenga guerrerista y belicosa que por diez anos nos ha metido de cabeza en una guerra fraterna, en nombre de..? Hay demasiada impunidad, corrupcion, sinverguenzura, intereses mezclados..pero lo que se llama revolución..
Quién pondrá, pues, los próximos muertos -tristemente, no los primeros-; de quién será la sangre? Serán los hijos y familiares de los que ahora nos gobiernan? Serán ellos, ministros y jefes de la revolución, marchando desprendidamente al frente, hombro con hombro con el pueblo? Es que de verdad vale la pena esta locura? Tanto como para permitirte morir, o ver morir a los tuyos?
Camerún es una de las Repúblicas africanas con más expectativas de desarrollo gracias a la gran riqueza de recursos naturales que posee y a la propia biodiversidad de la cual goza. Un pais rico con una democracia joven. Hablemos entonces de su actual presidente, Paul Biya (nacido en 1933) y descubramos más adelante algunas lecciones que su trayectoria pudiera brindarnos, a propósito del tema de las reeleciones o repostulaciones indefinidas. Miembro de la privilegiada élite nacional que recibió una impresionante formación en las mejores universidades de Europa, regresó tras la independencia -1960- para ocupar diferentes cargos en el gobierno del entonces presidente Ahidjo -en la foto, a la izquierda-, incluso como Secretario General. Hacia 1975, su exitosa carrera política lo llevó al cargo de primer ministro y vicepresidente de la Unión Nacional Camerunesa (UNC), el partido único del régimen desde que en septiembre de 1966 se fusionaran las fuerzas políticas dominantes en el país. Biya se confirmó entonces como la incuestionable mano derecha de Ahidjo y su natural heredero político. Efectivamente, la reforma constitucional de junio de 1979 estableció que el primer ministro asumiría la jefatura del Estado en caso de vacancia, con lo que la cuestión sucesoria quedó zanjada.
La oportunidad llegó finalmente en 1982. Ahidjo, sorpresivamente y alegando motivos de salud, anunció la dimisión poniendo fin a 22 anos continuos de gobierno -uno de los pocos mandatarios africanos que no sufrió embestidas militares desde la independencia-; dos días después, Biya asumió la presidencia como culminación de su espectacular ascenso. El Camerún que dejó Ahidjo era por entonces uno de los países más estables de Africa -la ausencia de golpes de estado era una muestra nada despreciable- y uno de los pocos que podían presentar una economía saneada. Para ello resultó fundamental el aporte del petróleo (4.300.000 toneladas en 1981), explotado desde 1977, y algunos rubros agricolas -como el café o cacao- que colocaron al país a inicios de los 80, entre los quince primeros productores del mundo. Sin embargo, pronto emergieron graves diferencias personales entre Biya y Ahidjo, quien se había reservado la conducción del gigantesco partido de gobierno. En 1983, Biya anunció la desarticulación de un complot tramado por seguidores de Ahidjo para derrocarlo, quien sin esperar más represalias huyó a Francia desde donde renunció a la dirección del partido, cargo asumido adivinen por quién.
Elegido entonces como presidente de la UNC, en 1984 Biya convocó unas elecciones presidenciales que ganó con el 99,9% de los votos...en verdad, la suya fue la única candidatura. Días después, el cargo de primer ministro fue abolido y sus funciones en el Consejo de Ministros asumidas directamente por el presidente. La concentración del poder estaba en marcha. Mientras tanto, en febrero la nación amaneció con nuevo nombre, pasando de llamarse República Unitaria de Camerún, a simplemente República de Camerún, para indicar al mundo la intención de Biya -abajo, en la foto- de borrar toda referencia simbólica a la tradicional dualidad cultural del país.
En abril del mismo año, Biya sofocó sin ahorro de violencias una intentona golpista de musulmanes norteños, que le valió a Ahidjo una condena a muerte in absentia. Fue ésta la última tentativa seria contra su poder, en lo sucesivo firmemente asentado. Para 1988 se produjeron nuevas elecciones. La única forma de que se postulara un candidato independiente, era que, con anterioridad, abandonara las filas del partido oficialista, rebautizado desde 1985 Reagrupamiento Democrático del Pueblo Camerunés (RDPC). De modo que, y siempre en un contexto no competitivo, Biya fue reelegido con el 98,7% de los votos y el partido oficialista copó los 180 escaños de la Asamblea Nacional. En 1990 y como consecuencia a la aparición de un intenso y activo movimiento cívico que aspiraba la democratización del país, expresado en actos de calle normalmente reprimidos por las fuerzas de seguridad, Biya finalmente promulgó el multipartidismo y puso en marcha un proceso de transición dirigido "desde arriba". A raiz de estas presiones y huelgas, también volvió a instaurar la figura del primer ministro, decretó una amnistía general y anunció elecciones legislativas anticipadas.
En 1992 se celebraron los primeros comicios pluralistas desde 1964. Con el boicot de una parte significativa de la oposición, el RDPC obtuvo 88 escaños, esto es, tres por debajo de la mayoría absoluta, seguido de cerca por la Unión Nacional para la Democracia y el Progreso (UNDP). También en ese ano, tuvieron lugar las elecciones presidenciales en las que Biya, con el 39,9% de los votos obtuvo un nuevo mandato de cinco años, que inauguró el 3 de noviembre. Los dos candidatos derrotados denunciaron la comisión de un fraude a gran escala, imputaciones que fueron asumidas por los observadores internacionales hasta el punto de cuestionar la validez de la consulta.
Con el respaldo de Francia, que ha financiado una economía muy voluble por las tendencias a la baja en los precios del cacao, el café y el petróleo (las principales producciones) y por el retraso de las reformas estructurales, Biya se sintió autorizado para congelar el proceso democratizador iniciado en 1990 -a su pesar, anadiriamos- y restaurar un orden dictatorial a todos los efectos. En 1996 promulgó una nueva Constitución que confirmaba la naturaleza unitaria del Estado y ampliaba la duración del mandato presidencial a siete años. Es asi que la reputación internacional de Biya quedó disminuida por las conclusiones muy negativas sobre la situación de los Derechos Humanos en Camerún, fundamentalmente en lo relacionado con la práctica de la tortura, publicadas por la Comisión ad hoc de la ONU y Amnistía Internacional. Por otro lado, el país ha encabezado habitualmente los informes de publicaciones económicas sobre índices de corrupción en el mundo.
En las elecciones legislativas de 1997 el RDPC aumentó su representación a los 109 escaños, relegando a la impotencia parlamentaria al SDF y a la UNDP, mientras que en las presidenciales que siguieron el 12 de octubre Biya se aseguró la continuidad en el cargo hasta 2004 con un abrumador 92,6% de los votos frente a ocho candidatos...menores -entre ellos no estaban los principales candidatos opositores, que llamaron a la abstención por la negativa del Gobierno a crear una comisión electoral independiente y a cederles espacios de publicidad electoral en los medios de comunicación controlados por el Estado-.
Ambos procesos del ano 97 estuvieron marcados por la violencia interpartidista, el hostigamiento a votantes de la oposición y nuevas y airadas denuncias de fraude, mismas que se repitieron en 2004 al momento de una nueva reelección. Sin embargo, la sorpresa ocurre en 2008, cuando el presidente propone, tres anos antes de culminar su mandato, una enmienda a un articulo de la constitución que le permitiría presentarse nuevamente como candidato a las elecciones del ano 2011. Para entonces, Biya habrá gobernado al pais por más de 28 anos. Sus intenciones de permanecer en el poder, han generado desde entonces tensiones políticas que a la fecha han dejado un importante numero de muertos. Intelectuales y escritores han expresado su disgusto al considerar que la propuesta es un acto "criminal y peligroso para la dirección del Estado al jugar con la Constitución, porque se debilitarían las instituciones que protegen a los ciudadanos camerunenses contra los actos bárbaros de abuso ". Para ellos,"el presidente se ha aprovechado de la mayoría de facto...para pisotear la constitución de este país. Peor aún, ha recurrido a elementos armados de la fuerza policial para silenciar las voces contrarias que se han atrevido a oponerse abiertamente a este proyecto".
El grupo declara que las afirmaciones de Biya de que "todas las provincias apoyan una enmienda constitucional" son absolutamente incorrectas considerando que el gobierno había destilado el miedo entre los parlamentarios, motivo por el que tenían la impresión de que él [el presidente Biya] es la "única alternativa segura para el liderazgo del futuro de nuestro país". "¡Es por el bien de la estabilidad social fundada en el principio sagrado de respeto para los textos legislativos que hacemos un llamamiento a vuestras consciencias!" declaran los intelectuales en la carta y piden a los legisladores que "eviten la infamia, eludan jugar con el incalculable futuro del país y dejen de jugar con el fuego que ya ha provocado el asesinato de ‘nuestros compatriotas’ en Douala y Bafoussam por protestar contra la enmienda constitucional”.
Como resultado del descontento generalizado, el gobierno recurrió a nuevas -y originales- iniciativas. Las autoridades camerunesas cerraron una cadena privada de televisión acusando a su propietario de no haber pagado la pertinente licencia operativa de 150.000 euros. El cierre de la cadena, con sede en Douala, 'Equinoxe TV', que se llevó a cabo a las 1 pm, fue ordenado por el ministro camerunés de Comunicación, Emmanuel Beyiyi Bi Essam. El ministro acusó al dueño de la televisión, Severin Tchounkeu, de operar ilegalmente la cadena.
"Desde que el sector de la radiotelevisión fue regulado en 2005, ninguna televisión o radio ha cumplido con todas las formalidades impuestas por el gobierno, pero el gobierno no dice nada salvo que le interese", ha declarado la ONG parisina de defensa de los medios Reporteros Sin Fronteras, RSF. "Las razones financieras citadas para suspender 'Equinoxe TV' parecen ser sólo un pretexto para acosar a un medio de comunicación que ha criticado la decisión del gobierno de enmendar la constitución. Hacemos un llamamiento al gobierno para que anule esta suspensión y que pueda continuar el debate democrático".
Se cree que el cierre responde al malestar de las autoridades de Camerún por una información de 'Equinoxe' respecto a la propuesta de enmienda de la constitución que elimina la limitación del mandato presidencial y permitirá al presidente del país presentarse una vez más a las elecciones. 'Equinoxe' se ha opuesto siempre a la enmienda, entre críticas oficiales y amenazas.
Entre otras medidas, se produjo tambien el encarcelamiento en Camerún de dos renombrados músicos por cantar canciones criticando la enmienda constitucional que permite al presidente Biya presentarse de nuevo al cargo. Joe La Conscience y Lapiro de Mbanga fueron detenidos respectivamente el 20 de marzo y el 9 de abril de 2008. Mbanga, un conocido miembro del opositor Frente Democrático Social (FDS), fue convocado y posteriormente arrestado por la gendarmería de su ciudad. Según las informaciones, se le acusa de instigar manifestaciones en masa contra el coste de la vida en febrero. Mucha gente vincula su arresto con una canción que compuso titulada “Constitución Constipada”, advirtiendo al presidente Biya de los peligros que una enmienda así podría crear.
Joe La Conscience, que compuso también una canción criticando las enmiendas constitucionales fue condenado a seis meses de prisión por convocar una manifestación ilegal.Después de que se le impidiera manifestarse contra la enmienda, Conscience decidió llevar a cabo una sentada de protesta ante la embajada de los EEUU en la capital Yaundé. Acusado de este acto ilegal, el músico fue detenido antes de ser procesado.
La enmienda constitucional, aprobada por Asamblea Nacional, permite a Biya no solo presentarse ilimitadamente a la presidencia, sino que también le concede inmunidad por cualquier acción que cometa durante su permanencia en el cargo. Y la historia se sigue escribiendo...
Por estos días, se ha impuesto como debate en Latinoamérica (si bien aquí nos referiremos a Venezuela) el tema de la permanencia indefinida de los funcionarios públicos en ejercicio, que resulten vencedores en sus respectivas contiendas electorales. Esta propuesta es presentada por sus promotores como un "logro" ciudadano, en la medida que "amplia" el catálogo de los derechos políticos. Sus partidarios esgrimen que la postulacion en cuanto tal no garantiza la continuidad en el cargo, misma que se desprendería de la valoración positiva o negativa que de la gestión de gobierno hagan los gobernados, expresada por la via de los votos. En contra, sus detractores temen la instauración de una dictadura, la creación de castas y la concentración del poder en manos de una sola persona, entre otros argumentos de lado y lado.
Desde luego, me intriga saber qué clase de mecanismos anímicos o sicológicos animan a un dirigente a convencerse de que su gestión es tan exitosa, que vale la pena inscribir reiteradamente su nombre al momento en que la sociedad considera el relevo. Tengo para mi que una de las más nobles virtudes de un lider es saber cuándo retirarse, para ver con cierta distancia de qué manera funciona el pais que han ayudado a construir. Es, claro está, una empresa titánica, un gesto de inusual humildad en el ambiente político, que demanda incluso una sabiduria de la que América Latina carece. Esta inquietud puedo entenderla gracias a la vanidad humana, al ego y el narcisismo que tristemente son inherentes al poder, que los estimula. En verdad, una persona que disfrute de una manera tan evidentemente apasionada del exhibicionismo mediático, puede resultarle inconcebible regresar al anonimato. Ahora bien, que un pueblo entero se convenza de que su destino histórico está encadenado a la figura de un único personaje, es otra cosa. El caudillismo del siglo XIX no sólo persiste, sino que amenaza con hipotecar el futuro de todo un continente, posponiendo cada vez el definitivo encauzamiento de estos paises al desarrollo.
Las postulaciones sucesivas, ad náuseam, tendrían lugar y sentido en sistemas políticos que evidencien una clara separación de poderes. A mi se me ocurre que yo apoyaría la propuesta, si me convenciera realmente de que ése poder electoral llamado a convocar elecciones reviste una transparencia y una fortaleza moral de tal magnitud, que evidentemente representa la totalidad de intereses del espectro político venezolano. Quién puede garantizarme que, llegado el momento, se reconocerá la voluntad del electorado? En las últimas elecciones hemos escuchado del primer mandatario cosas como (y cito) "Hay que impedirle a la burguesía venezolana ganar gobiernos regionales y municipales porque su intención es llevar a Venezuela por el camino del golpe y la violencia"; "¡Va a terminar en la cárcel este asqueroso traidor mafioso!" -refiriéndose al candidato opositor del Estado Sucre;"quizá termine sacando los tanques", en referencia a las opciones de Carabobo y Zulia, donde por cierto llamó al gobernador en ejercicio, Rosales, “desgraciado, ladrón, bandido y mafioso" y así un largo e inútil etcétera. No son las opciones electorales contrarias, expresiones legítimas de la voluntad popular? Porqué hay victorias de los venezolanos que son de "mierda" (chavez dixit)? No pueden excusarse estas arremetidas bajo ningún pretexto; toda contienda electoral es acalorada por naturaleza, pero lo que aqui se evidencia es un profundo desprecio a la democracia cuando no sonríe a los candidatos oficialistas: en la fiesta de la sociedad civil, las elecciones, no deberían entrar las amenazas cuartelarias ni los tanques y a nosotros, cada vez, se nos hace creer que asistimos a una despiadada guerra y no un plural ejercicio de ciudadania.
Es objetivo el poder electoral venezolano? Debe serlo, o al menos parecerlo. Debe saber disimular de vez en cuando. Pero también todos los poderes públicos, que son finalmente las instituciones de la República, sobre las que descanza la confianza y credibilidad de los ciudadanos. La aquiescensia de la Asamblea y el propio poder electoral, violando toda norma y procedimiento, elaborando de manera apresurada una consulta extemporánea sólo para satisfacer el capricho del lider, quien de manera descarada dicta los lineamientos en televisión para luego ser presentados como "iniciativa" parlamentaria, me ha dejado un amargo sabor de boca por la manera tan impúdica y vergonzosa de lo que se nos quiere vender como conquista colectiva. Esta "ampliación" de los derechos politicos no surge de las comunidades, preocupadas legítimamente por el inminente relevo en el 2012; no surge de la sociedad civil, de las universidades, de los sectores empresariales. Ni siquiera es producto de la agenda legislativa. Cómo, entonces, se conquista algo por lo que no se ha luchado? Conquistas , por ejemplo, lograron las mujeres a lo largo del siglo XX, muriendo en las calles y fábricas por alcanzar igualdad. Pero la nuestra es una revolución que, debiendo -y quizá en algún momento lo fue- levantarse desde abajo, ahora se gesta desde arriba. Lo de abajo es pretexto, excusa. Puro discurso, los excluidos, los pobres, los eternamente pospuestos incluso en 9 anos de patriota gestión. Que un funcionario, un Pedro de los palotes, pueda inscribirse tantas veces como quiera como candidato..vaya, qué gran conquista social!! Nada igual habia surgido desde la Revolución Francesa!! Compadre, sabes como es la cosa? No me ayudes!! A buen seguro que Pedro de los palotes estará muy satisfecho, pero a mi en verdad no me resuelve mis problemas que ese senor quiera seguir viviendo a costa del Estado.
Y si las instituciones venezolanas no me inspiran confianza, tanta más desazón me produce el propio discurso presidencial. Puede alguien, convencido hasta el tuétano de que no hay futuro posible en un pais que no gobierne, acatar responsablemente un eventual resultado adverso? Ha moldeado en sus seguidores ese mismo talante democrático? Me temo que existe un abismo, tal vez insalvable, entre un funcionario público que por acción de la política desempena una gestión de gobierno susceptible de evaluación; y un lider mundial insustituible que encabeza la "nueva independencia" de Venezuela en una cruzada global contra el sistema capitalista. Lo primero, el presidente que necesitamos, el que sospecho no hemos tenido, alguien que al menos nos muestre como logro que se redujo el desempleo. Lo segundo, la quimera alucinada, que nos ha costado tanto dinero y tanta confrontación innecesaria.
Un buen gobierno es antes que todo, un equipo de trabajo. Son ellos y somos nosotros, a fin de cuentas. No existe, no puede existir, un gobierno de una sóla persona, porque eso no se llama precisamente democracia. Y como equipo de trabajo, no hay imprescindibles, ni historia con mayúsculas, ni reencarnaciones de Bolivar en pleno siglo XXI. Hay problemas tan cercanos como la esquina de mi casa, donde un malandro me está esperando o peor, esperando a mis amigos, a mis hijos...es mucho pedir un humilde gobierno eficiente y no una voluntariosa pero inútil cruzada intergaláctica?
Desde luego, me intriga saber qué clase de mecanismos anímicos o sicológicos animan a un dirigente a convencerse de que su gestión es tan exitosa, que vale la pena inscribir reiteradamente su nombre al momento en que la sociedad considera el relevo. Tengo para mi que una de las más nobles virtudes de un lider es saber cuándo retirarse, para ver con cierta distancia de qué manera funciona el pais que han ayudado a construir. Es, claro está, una empresa titánica, un gesto de inusual humildad en el ambiente político, que demanda incluso una sabiduria de la que América Latina carece. Esta inquietud puedo entenderla gracias a la vanidad humana, al ego y el narcisismo que tristemente son inherentes al poder, que los estimula. En verdad, una persona que disfrute de una manera tan evidentemente apasionada del exhibicionismo mediático, puede resultarle inconcebible regresar al anonimato. Ahora bien, que un pueblo entero se convenza de que su destino histórico está encadenado a la figura de un único personaje, es otra cosa. El caudillismo del siglo XIX no sólo persiste, sino que amenaza con hipotecar el futuro de todo un continente, posponiendo cada vez el definitivo encauzamiento de estos paises al desarrollo.
Las postulaciones sucesivas, ad náuseam, tendrían lugar y sentido en sistemas políticos que evidencien una clara separación de poderes. A mi se me ocurre que yo apoyaría la propuesta, si me convenciera realmente de que ése poder electoral llamado a convocar elecciones reviste una transparencia y una fortaleza moral de tal magnitud, que evidentemente representa la totalidad de intereses del espectro político venezolano. Quién puede garantizarme que, llegado el momento, se reconocerá la voluntad del electorado? En las últimas elecciones hemos escuchado del primer mandatario cosas como (y cito) "Hay que impedirle a la burguesía venezolana ganar gobiernos regionales y municipales porque su intención es llevar a Venezuela por el camino del golpe y la violencia"; "¡Va a terminar en la cárcel este asqueroso traidor mafioso!" -refiriéndose al candidato opositor del Estado Sucre;"quizá termine sacando los tanques", en referencia a las opciones de Carabobo y Zulia, donde por cierto llamó al gobernador en ejercicio, Rosales, “desgraciado, ladrón, bandido y mafioso" y así un largo e inútil etcétera. No son las opciones electorales contrarias, expresiones legítimas de la voluntad popular? Porqué hay victorias de los venezolanos que son de "mierda" (chavez dixit)? No pueden excusarse estas arremetidas bajo ningún pretexto; toda contienda electoral es acalorada por naturaleza, pero lo que aqui se evidencia es un profundo desprecio a la democracia cuando no sonríe a los candidatos oficialistas: en la fiesta de la sociedad civil, las elecciones, no deberían entrar las amenazas cuartelarias ni los tanques y a nosotros, cada vez, se nos hace creer que asistimos a una despiadada guerra y no un plural ejercicio de ciudadania.
Es objetivo el poder electoral venezolano? Debe serlo, o al menos parecerlo. Debe saber disimular de vez en cuando. Pero también todos los poderes públicos, que son finalmente las instituciones de la República, sobre las que descanza la confianza y credibilidad de los ciudadanos. La aquiescensia de la Asamblea y el propio poder electoral, violando toda norma y procedimiento, elaborando de manera apresurada una consulta extemporánea sólo para satisfacer el capricho del lider, quien de manera descarada dicta los lineamientos en televisión para luego ser presentados como "iniciativa" parlamentaria, me ha dejado un amargo sabor de boca por la manera tan impúdica y vergonzosa de lo que se nos quiere vender como conquista colectiva. Esta "ampliación" de los derechos politicos no surge de las comunidades, preocupadas legítimamente por el inminente relevo en el 2012; no surge de la sociedad civil, de las universidades, de los sectores empresariales. Ni siquiera es producto de la agenda legislativa. Cómo, entonces, se conquista algo por lo que no se ha luchado? Conquistas , por ejemplo, lograron las mujeres a lo largo del siglo XX, muriendo en las calles y fábricas por alcanzar igualdad. Pero la nuestra es una revolución que, debiendo -y quizá en algún momento lo fue- levantarse desde abajo, ahora se gesta desde arriba. Lo de abajo es pretexto, excusa. Puro discurso, los excluidos, los pobres, los eternamente pospuestos incluso en 9 anos de patriota gestión. Que un funcionario, un Pedro de los palotes, pueda inscribirse tantas veces como quiera como candidato..vaya, qué gran conquista social!! Nada igual habia surgido desde la Revolución Francesa!! Compadre, sabes como es la cosa? No me ayudes!! A buen seguro que Pedro de los palotes estará muy satisfecho, pero a mi en verdad no me resuelve mis problemas que ese senor quiera seguir viviendo a costa del Estado.
Y si las instituciones venezolanas no me inspiran confianza, tanta más desazón me produce el propio discurso presidencial. Puede alguien, convencido hasta el tuétano de que no hay futuro posible en un pais que no gobierne, acatar responsablemente un eventual resultado adverso? Ha moldeado en sus seguidores ese mismo talante democrático? Me temo que existe un abismo, tal vez insalvable, entre un funcionario público que por acción de la política desempena una gestión de gobierno susceptible de evaluación; y un lider mundial insustituible que encabeza la "nueva independencia" de Venezuela en una cruzada global contra el sistema capitalista. Lo primero, el presidente que necesitamos, el que sospecho no hemos tenido, alguien que al menos nos muestre como logro que se redujo el desempleo. Lo segundo, la quimera alucinada, que nos ha costado tanto dinero y tanta confrontación innecesaria.
Un buen gobierno es antes que todo, un equipo de trabajo. Son ellos y somos nosotros, a fin de cuentas. No existe, no puede existir, un gobierno de una sóla persona, porque eso no se llama precisamente democracia. Y como equipo de trabajo, no hay imprescindibles, ni historia con mayúsculas, ni reencarnaciones de Bolivar en pleno siglo XXI. Hay problemas tan cercanos como la esquina de mi casa, donde un malandro me está esperando o peor, esperando a mis amigos, a mis hijos...es mucho pedir un humilde gobierno eficiente y no una voluntariosa pero inútil cruzada intergaláctica?
Etiquetas: Venezuela
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