Camerún es una de las Repúblicas africanas con más expectativas de desarrollo gracias a la gran riqueza de recursos naturales que posee y a la propia biodiversidad de la cual goza. Un pais rico con una democracia joven. Hablemos entonces de su actual presidente, Paul Biya (nacido en 1933) y descubramos más adelante algunas lecciones que su trayectoria pudiera brindarnos, a propósito del tema de las reeleciones o repostulaciones indefinidas. Miembro de la privilegiada élite nacional que recibió una impresionante formación en las mejores universidades de Europa, regresó tras la independencia -1960- para ocupar diferentes cargos en el gobierno del entonces presidente Ahidjo -en la foto, a la izquierda-, incluso como Secretario General. Hacia 1975, su exitosa carrera política lo llevó al cargo de primer ministro y vicepresidente de la Unión Nacional Camerunesa (UNC), el partido único del régimen desde que en septiembre de 1966 se fusionaran las fuerzas políticas dominantes en el país. Biya se confirmó entonces como la incuestionable mano derecha de Ahidjo y su natural heredero político. Efectivamente, la reforma constitucional de junio de 1979 estableció que el primer ministro asumiría la jefatura del Estado en caso de vacancia, con lo que la cuestión sucesoria quedó zanjada.
La oportunidad llegó finalmente en 1982. Ahidjo, sorpresivamente y alegando motivos de salud, anunció la dimisión poniendo fin a 22 anos continuos de gobierno -uno de los pocos mandatarios africanos que no sufrió embestidas militares desde la independencia-; dos días después, Biya asumió la presidencia como culminación de su espectacular ascenso. El Camerún que dejó Ahidjo era por entonces uno de los países más estables de Africa -la ausencia de golpes de estado era una muestra nada despreciable- y uno de los pocos que podían presentar una economía saneada. Para ello resultó fundamental el aporte del petróleo (4.300.000 toneladas en 1981), explotado desde 1977, y algunos rubros agricolas -como el café o cacao- que colocaron al país a inicios de los 80, entre los quince primeros productores del mundo. Sin embargo, pronto emergieron graves diferencias personales entre Biya y Ahidjo, quien se había reservado la conducción del gigantesco partido de gobierno. En 1983, Biya anunció la desarticulación de un complot tramado por seguidores de Ahidjo para derrocarlo, quien sin esperar más represalias huyó a Francia desde donde renunció a la dirección del partido, cargo asumido adivinen por quién.
Elegido entonces como presidente de la UNC, en 1984 Biya convocó unas elecciones presidenciales que ganó con el 99,9% de los votos...en verdad, la suya fue la única candidatura. Días después, el cargo de primer ministro fue abolido y sus funciones en el Consejo de Ministros asumidas directamente por el presidente. La concentración del poder estaba en marcha. Mientras tanto, en febrero la nación amaneció con nuevo nombre, pasando de llamarse República Unitaria de Camerún, a simplemente República de Camerún, para indicar al mundo la intención de Biya -abajo, en la foto- de borrar toda referencia simbólica a la tradicional dualidad cultural del país.
En abril del mismo año, Biya sofocó sin ahorro de violencias una intentona golpista de musulmanes norteños, que le valió a Ahidjo una condena a muerte in absentia. Fue ésta la última tentativa seria contra su poder, en lo sucesivo firmemente asentado. Para 1988 se produjeron nuevas elecciones. La única forma de que se postulara un candidato independiente, era que, con anterioridad, abandonara las filas del partido oficialista, rebautizado desde 1985 Reagrupamiento Democrático del Pueblo Camerunés (RDPC). De modo que, y siempre en un contexto no competitivo, Biya fue reelegido con el 98,7% de los votos y el partido oficialista copó los 180 escaños de la Asamblea Nacional. En 1990 y como consecuencia a la aparición de un intenso y activo movimiento cívico que aspiraba la democratización del país, expresado en actos de calle normalmente reprimidos por las fuerzas de seguridad, Biya finalmente promulgó el multipartidismo y puso en marcha un proceso de transición dirigido "desde arriba". A raiz de estas presiones y huelgas, también volvió a instaurar la figura del primer ministro, decretó una amnistía general y anunció elecciones legislativas anticipadas.
En 1992 se celebraron los primeros comicios pluralistas desde 1964. Con el boicot de una parte significativa de la oposición, el RDPC obtuvo 88 escaños, esto es, tres por debajo de la mayoría absoluta, seguido de cerca por la Unión Nacional para la Democracia y el Progreso (UNDP). También en ese ano, tuvieron lugar las elecciones presidenciales en las que Biya, con el 39,9% de los votos obtuvo un nuevo mandato de cinco años, que inauguró el 3 de noviembre. Los dos candidatos derrotados denunciaron la comisión de un fraude a gran escala, imputaciones que fueron asumidas por los observadores internacionales hasta el punto de cuestionar la validez de la consulta.
Con el respaldo de Francia, que ha financiado una economía muy voluble por las tendencias a la baja en los precios del cacao, el café y el petróleo (las principales producciones) y por el retraso de las reformas estructurales, Biya se sintió autorizado para congelar el proceso democratizador iniciado en 1990 -a su pesar, anadiriamos- y restaurar un orden dictatorial a todos los efectos. En 1996 promulgó una nueva Constitución que confirmaba la naturaleza unitaria del Estado y ampliaba la duración del mandato presidencial a siete años. Es asi que la reputación internacional de Biya quedó disminuida por las conclusiones muy negativas sobre la situación de los Derechos Humanos en Camerún, fundamentalmente en lo relacionado con la práctica de la tortura, publicadas por la Comisión ad hoc de la ONU y Amnistía Internacional. Por otro lado, el país ha encabezado habitualmente los informes de publicaciones económicas sobre índices de corrupción en el mundo.
En las elecciones legislativas de 1997 el RDPC aumentó su representación a los 109 escaños, relegando a la impotencia parlamentaria al SDF y a la UNDP, mientras que en las presidenciales que siguieron el 12 de octubre Biya se aseguró la continuidad en el cargo hasta 2004 con un abrumador 92,6% de los votos frente a ocho candidatos...menores -entre ellos no estaban los principales candidatos opositores, que llamaron a la abstención por la negativa del Gobierno a crear una comisión electoral independiente y a cederles espacios de publicidad electoral en los medios de comunicación controlados por el Estado-.
Ambos procesos del ano 97 estuvieron marcados por la violencia interpartidista, el hostigamiento a votantes de la oposición y nuevas y airadas denuncias de fraude, mismas que se repitieron en 2004 al momento de una nueva reelección. Sin embargo, la sorpresa ocurre en 2008, cuando el presidente propone, tres anos antes de culminar su mandato, una enmienda a un articulo de la constitución que le permitiría presentarse nuevamente como candidato a las elecciones del ano 2011. Para entonces, Biya habrá gobernado al pais por más de 28 anos. Sus intenciones de permanecer en el poder, han generado desde entonces tensiones políticas que a la fecha han dejado un importante numero de muertos. Intelectuales y escritores han expresado su disgusto al considerar que la propuesta es un acto "criminal y peligroso para la dirección del Estado al jugar con la Constitución, porque se debilitarían las instituciones que protegen a los ciudadanos camerunenses contra los actos bárbaros de abuso ". Para ellos,"el presidente se ha aprovechado de la mayoría de facto...para pisotear la constitución de este país. Peor aún, ha recurrido a elementos armados de la fuerza policial para silenciar las voces contrarias que se han atrevido a oponerse abiertamente a este proyecto".
El grupo declara que las afirmaciones de Biya de que "todas las provincias apoyan una enmienda constitucional" son absolutamente incorrectas considerando que el gobierno había destilado el miedo entre los parlamentarios, motivo por el que tenían la impresión de que él [el presidente Biya] es la "única alternativa segura para el liderazgo del futuro de nuestro país". "¡Es por el bien de la estabilidad social fundada en el principio sagrado de respeto para los textos legislativos que hacemos un llamamiento a vuestras consciencias!" declaran los intelectuales en la carta y piden a los legisladores que "eviten la infamia, eludan jugar con el incalculable futuro del país y dejen de jugar con el fuego que ya ha provocado el asesinato de ‘nuestros compatriotas’ en Douala y Bafoussam por protestar contra la enmienda constitucional”.
Como resultado del descontento generalizado, el gobierno recurrió a nuevas -y originales- iniciativas. Las autoridades camerunesas cerraron una cadena privada de televisión acusando a su propietario de no haber pagado la pertinente licencia operativa de 150.000 euros. El cierre de la cadena, con sede en Douala, 'Equinoxe TV', que se llevó a cabo a las 1 pm, fue ordenado por el ministro camerunés de Comunicación, Emmanuel Beyiyi Bi Essam. El ministro acusó al dueño de la televisión, Severin Tchounkeu, de operar ilegalmente la cadena.
"Desde que el sector de la radiotelevisión fue regulado en 2005, ninguna televisión o radio ha cumplido con todas las formalidades impuestas por el gobierno, pero el gobierno no dice nada salvo que le interese", ha declarado la ONG parisina de defensa de los medios Reporteros Sin Fronteras, RSF. "Las razones financieras citadas para suspender 'Equinoxe TV' parecen ser sólo un pretexto para acosar a un medio de comunicación que ha criticado la decisión del gobierno de enmendar la constitución. Hacemos un llamamiento al gobierno para que anule esta suspensión y que pueda continuar el debate democrático".
Se cree que el cierre responde al malestar de las autoridades de Camerún por una información de 'Equinoxe' respecto a la propuesta de enmienda de la constitución que elimina la limitación del mandato presidencial y permitirá al presidente del país presentarse una vez más a las elecciones. 'Equinoxe' se ha opuesto siempre a la enmienda, entre críticas oficiales y amenazas.
Entre otras medidas, se produjo tambien el encarcelamiento en Camerún de dos renombrados músicos por cantar canciones criticando la enmienda constitucional que permite al presidente Biya presentarse de nuevo al cargo. Joe La Conscience y Lapiro de Mbanga fueron detenidos respectivamente el 20 de marzo y el 9 de abril de 2008. Mbanga, un conocido miembro del opositor Frente Democrático Social (FDS), fue convocado y posteriormente arrestado por la gendarmería de su ciudad. Según las informaciones, se le acusa de instigar manifestaciones en masa contra el coste de la vida en febrero. Mucha gente vincula su arresto con una canción que compuso titulada “Constitución Constipada”, advirtiendo al presidente Biya de los peligros que una enmienda así podría crear.
Joe La Conscience, que compuso también una canción criticando las enmiendas constitucionales fue condenado a seis meses de prisión por convocar una manifestación ilegal.Después de que se le impidiera manifestarse contra la enmienda, Conscience decidió llevar a cabo una sentada de protesta ante la embajada de los EEUU en la capital Yaundé. Acusado de este acto ilegal, el músico fue detenido antes de ser procesado.
La enmienda constitucional, aprobada por Asamblea Nacional, permite a Biya no solo presentarse ilimitadamente a la presidencia, sino que también le concede inmunidad por cualquier acción que cometa durante su permanencia en el cargo. Y la historia se sigue escribiendo...
Subscribe to:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario