El negocio de las cárceles (parte II)

Aqui otro artículo muy completo, con cifras interesantes:

Más de siete millones de ciudadanos adultos se encuentran encarcelados o mantenidos bajo regímenes de libertad controlada por el sistema carcelario, en Estados Unidos. Un record de todos los tiempos para esta nación e, incluso, para el planeta entero.

De acuerdo con los números publicados esta semana por el Departamento de Justicia, uno de cada 31 adultos está bajo la supervisión de las autoridades judiciales, entre los cuales un número sin precedentes de 905.000 afroestadounidenses.

Al final de 2006, 2.385.213 ciudadanos del país que tanto pretende ser referencia en materia de derechos humanos, estaban presos en la inmensa red de cárceles federales y estatales de Estados Unidos.

Los datos que confirman todas las proyecciones, reflejan profundas desigualdades raciales en el sistema carcelario de la nación donde los índices de encarcelamiento de personas negras son proporcionalmente de diez veces superiores al índice de personas blancas.

En cuanto a las personas denominadas “latinas” la tasa de encarcelamiento es casi el triple de los “blancos”.

A pesar de constituir una minoría en la población, los afroamericanos representan la parte más grande de la totalidad de los presos con 38% mientras los blancos siguen con 34% y los latinos con 21%.

Según los estimados oficiales de la población de Estados Unidos, los hispanos son el grupo minoritario más numeroso, ligeramente por encima de los negros o afroamericanos: 44.252.278 hispanos (14,78% de la población total) versus 40.240.894 afroamericanos (13,44%).

Sin embargo, 3.042 de cada 100.000 hombres negros; 1.261 de cada 100.000 hombres hispanos y 487 de cada 100.000 hombres blancos están detrás de los barrotes.

Las estadísticas del Departamento de Justicia, como varias estadísticas oficiales en Estados Unidos, dividen los ciudadanos en grupos raciales. La población carcelaria está repartida, a fines estadísticos, entre blancos, negros o afroamericanos y latinos. De manera algo inusitada, los blancos incluyen a los autóctonos o amerindios, los indígenas de Alaska, los asiáticos, los hawaianos u otros isleños del Pacífico, así como las personas identificadas con dos razas o más pero NO a los hispanos. Sin embargo, un individuo rubio de ojos azules de habla española NO es un blanco sino un ‘latino’. Los denominados negros NO incluyen a los negros de habla hispana que SÍ se suman al grupo ‘latino’.


Las mujeres de raza negra representan el 28% de todas las mujeres encarceladas. La población de mujeres presas no deja de aumentar y alcanza hoy 112.498 personas.

En el curso de este quinto año de régimen Bush, la población de las prisiones aumentó más rápidamente que nunca con una tasa de 2,8%.

La Florida está entre los diez Estados con una población carcelaria más importante al lado de Texas, California, New York, Michigan, Ohio, Illinois, Georgia, Pennsylvania y Louisiana.

En la nación donde todo es negocio, más de 113.000 presos estaban detenidos en 2006 en prisiones manejadas por empresas privadas, un aumento marcado de 5,4% sobre el año anterior.

En cuanto al nivel de ‘confort’ en medio penitenciario, las instituciones federales funcionan al 37% por encima de su capacidad.

Por otro lado, cerca de 30.000 detenidos extranjeros se encuentren bajo la jurisdicción de las autoridades migratorias, un aumento dramático de 41% del 2006 versus el 2005. El Estado de Nuevo México detiene el doble de personas mientras Texas registra un aumento del 76% de inmigrantes ilegales oriundos en su mayoría de México, El Salvador, Guatemala y Honduras.

Estas estadísticas no incluyen a los ciudadanos sometidos a sanciones locales o regionales ni a los ex presos sometidos a sanciones de por vida, notablemente en cuanto al derecho a votar.

Según los especialistas, la tasa de encarcelamiento de Estados Unidos es la más elevada en el mundo tanto en población carcelaria total cómo en tasa de encarcelamiento per cápita.

El Negocio

Los organismos de derechos humanos, políticos y sociales están denunciando lo que ellos llaman una nueva forma de explotación inhumana en los Estados Unidos donde aseguran hay una población carcelaria que llega a los dos millones de internos y, cuya gran mayoría, negros e hispanos, están trabajando para las industrias por unos pocos centavos.

Para los magnates que han invertido en las industrias de las cárceles, el hallazgo ha resultado como la olla de oro. Allí no hay huelgas, no tienen que pagar ningún seguro de desempleo, vacaciones, ni trabajo compensatorio. Los prisioneros están a full time, no tienen problemas de llegar tarde o faltar por algún problema familiar; es más, si la paga de 25 centavos por hora no les conviene y se niegan a trabajar, son encerrados en celdas de aislamiento. En todo el país hay aproximadamente dos millones de reos en las cárceles estatales, federales y privadas. De acuerdo al California Prison Focus “ninguna otra sociedad en la historia humana jamás ha encarcelado a tantos de sus propios ciudadanos”. Las cifras indican que EE.UU. ha encarcelado a más personas que cualquier otro país: medio millón más que China, país que tiene cinco veces más la población de EEUU. Las estadísticas informan que Estados Unidos tiene el 25 por ciento de todos los presos en el mundo, pero solamente el 5 por ciento de la población mundial. De menos de 300 mil presos en 1972 la población carcelaria creció a 2 millones para el año 2000. En 1990 eran un millón. Hace 10 años había sólo cinco prisiones privadas en el país con una población penitenciaria de 2000 prisioneros, actualmente son 100 con 62 mil camas ocupadas por prisioneros. Se espera que para esta próxima década el número llegue a las 360 mil camas, según los informes.

¿Qué ha ocurrido en estos últimos diez años? ¿Por qué hay tantos presos? “La contratación privada de prisioneros para trabajar fomenta incentivos para encarcelar gente. Las prisiones dependen de estos ingresos. Los accionistas de corporaciones que se lucran con el trabajo de los prisioneros cabildean para que se alarguen las condenas y expandir su fuerza laboral. El sistema se nutre así mismo”, indica un estudio del Partido Laboral Progresista que acusa a la Industria de Prisiones de ser “una copia de la Alemania Nazi respecto al trabajo esclavista forzado y los campos de concentración”.

El Complejo de Industria de Prisiones es una de las industrias de mayor crecimiento en los Estados Unidos de Norteamérica y sus inversiones están en el Wall Street. “Esta industria multimillonaria tiene sus propias exhibiciones comerciales, convenciones, websites, catálogos para hacer pedidos por correo y por Internet. También tienen campañas directas de anuncios, compañías de arquitectura, compañías de construcción, casa de inversionistas de Wall Street, compañías de abastecimiento de plomería, compañías proveedoras de comidas, de seguridad a pruebas de bala, celdas acolchadas en gran variedad de colores”.

De acuerdo al Left Business Observer la Industria Federal de Prisiones produce el 100 por ciento de todos los cascos militares, porta municiones, chalecos blindados, tarjetas de identificación camisas y pantalones, carpas y fundas cantimploras. Además del material de guerra, los trabajadores de las prisiones producen el 98 por ciento del mercado entero para servicios de ensamblaje de equipos, el 93 por ciento de las pintura y pinceles de los pintores, el 92 por ciento de todos los servicios de armar cocinas, 46 por ciento de todas las armaduras personales, 36 por ciento de todos los utensilios caseros, 30 por ciento de los audífonos micro- altoparlantes, 21 por ciento de todos los muebles para oficina. Partes de aviones, material médico, esto y muchísimo más: hasta cría de perros guías para ciegos están produciendo en las cárceles.

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